La sociedad del siglo XXI

Julian Gonzalez

CEO Observatorio del futuro

Las nuevas generaciones tienen otros objetivos. La procreación y el sacrificio para mejorar el futuro, ya no son prioridades.

Para finales del siglo XXI, las mujeres no serán las únicas gestantes y creadoras de vida. Los seres humanos serán engendrados por inseminación artificial, alojadas en vientres mecánicos para su gestación. La preservación de la especie no dependerá de la cantidad, cuando un mayor numero de individuos aseguran la supervivencia.

La sociedad actual, ha avanzado mucho en bienes materiales, pero ha generado grandes dosis de frustración. Y.N.Harari¹ en su libro “Sapiens” nos habla del sedentarismo, que se produjo en el neolítico motivado por la invención de la agricultura. Nos hizo avanzar como especie, pero más vulnerables a los avatares. Nos hizo dependientes de una dieta basado en el trigo, lo que rebajo nuestra capacidad de adaptación, y nos hizo vulnerables a plagas y pestes. Esto último, debido al cambio de dieta y a la incorporación de la cría de animales, que nos infectaban de enfermedades de manera más virulenta.

Al crear bienes tangibles que debían ser heredados introdujo la monogamia, y con ello nuestra vida se redujo a cumplir normativas que limitaban aquel acuerdo primigenio con la naturaleza de los cazadores-recolectores, donde la madre naturaleza nos proveía de todo, y hasta regía nuestro tiempo. Fue tan placentero que los aborígenes australianos lo llamaron «la era del sueño», porque no existía el tiempo, solo el atardecer y el amanecer, y nos era anunciado por dicha madre naturaleza. Igual para cada estación. Los seres humanos eran llamados “príncipes de los bosques”, y hasta tenían tiempo para dibujar y pintar esas magnificas cuevas que fascinaron a los estudiosos del siglo XIX, tan perfectos y armoniosos con la madre tierra, que fue llamado la edad de los sueños, del cual despertamos, como si un dios desatará el tiempo. En la mitología griega fue llamado el Dios Cronos. Así era de importante.

La monogamia se impuso como algo necesario, para asegurar la trasmisión del patrimonio, y el cuerpo fue tratado como el templo donde se limitaba el placer, algo que había que acotar, limitar y dar fe.

Ahora con una alta calidad de vida, esperanza de vida creciente y expectativas para disfrutar, encontramos cada vez más gente frustrada, que debe sacrificar sus sueños a carreras y oficios que no cumplen con sus expectativas. Hace poco, una chica joven, profesional en una empresa de reconocido prestigio, pregunto en la red Linkedin, contactaba con alguien que había señalado un artículo sobre producción aditiva² en la construcción de un hotel. Le preguntó sobre su balance al respecto. Él sorprendido por el interés mostrado, se preocupo de explicarle su bagaje en este tipo de sistema de producción y como había trabajado con diferentes equipos en proyectos experimentales en productos de alta calidad. Al poco tiempo pasaron a Whatsapp, y la conversación fue hacía temas mas personales.

La joven profesional, elegante y de un clase alta, le agradeció su sintonía y empatía con ella. Ella estaba preocupada por el acoso a la que era sometida, con cierta frecuencia, en esta red profesional.

El susodicho se quedo sorprendido. Él, como hombre no había tenido ningún problema. La búsqueda de la felicidad se esta transformando en un objetivo tangible. Los jóvenes no se plantean comprar una casa y endeudarse. Tampoco contemplan tener hijos, y emplean su tiempo en disfrutar de la vida. Viajar y acudir a conciertos, viajes para correr en maratones. Todo se esta transformando y dudo que aquellas ideas que han guiado la vida de nuestros padres, guíen las actuales expectativas de los nacidos alrededor del segundo milenio y mas allá.

Nuevos derechos a colectivos que abren las opciones de genero (Masculino, femenino, binario, trans), la existencia de familia mono parentales, parejas del mismo sexo que tienen opción a la adopción, mujeres que pueden tener hijos mediante gestación subrogada (permitida en ciertos países). Situaciones de pareja que viven cada uno en su casa. Unidades familiares con 2 hombres y una mujer, o dos mujeres y un hombre, relaciones abiertas, y apertura a la búsqueda del placer y el descubrimiento de una sexualidad, que rompe la monogamia formal existente, para abrirse a nuevas prácticas.

¿Porque esta ocurriendo esto? Primero la educación, la emancipación de la mujer, su acceso al mercado de trabajo, ha limitado el tiempo para la procreación. Y rápidamente los objetivos de la mujer han cambiado, postergan la edad para procrear y la edad a la que dan a luz se ha retrasado hasta llegar a los 45 años con normalidad. En la base, nos encontramos que la esperanza de vida ha aumentado 10 años en la última década. El bienestar alcanzado y los hábitos saludables hacen que se pueda llevar con holgura a edades de la sexta década de vida en una forma física envidiable. Los 65 años de ahora, pueden ser los 50 de antes. Hay mas tiempo mas disfrutar, ya que la era de procreación ha pasado y la de actividad laboral también. Excepto para aquellos con oficios creativos, profesionales liberales, y actividad de libre elección, desde universidad para mayores, colaborar en ONG.

Los jóvenes no son ajenos a esta corriente, que ven a los mayores vivir mejor que ellos. Pero en realidad, lo que ha ocurrido es que la forma de trabajar y los objetivos de la vida han cambiado. Muchos padres suelen tener algún piso, o dos, por lo cual los hijos, que suelen ser únicos, no sienten la necesidad de sacrificarse. Este hecho ha producido que el destino de las personas dependa mas de la herencia, que del tesón, perseverancia y talento de cada persona. La lucha por la vida ya no es tan descarnada. El ascensor social se ha frenado, ya que no existe la motivación de carreras profesionales, y ahora los trabajos se eligen en función de los horarios flexibles y el trabajo desde casa. Esto permite vivir en cualquier sitio, para tareas que no requieren presencia física. Una revolución silenciosa, que ha sido llamada “la gran renuncia”.

Los avances en genética, la inseminación in vitro, los bancos de esperma, están dejando de ser necesaria una sexualidad enfocada a la procreación. La gestación en el vientre materno es opcional, bien a través de vientres de alquiler o la próxima aparición de vientres de fabricación, mediante bioimpresoras 3D, que permite el uso de materiales reciclables y de origen natural. Es la próxima revolución. La mujer dejará de ser ese recipiente que genera la vida, ya que no será necesario, excepto para aquellas que lo deseen.

Este es el futuro que viene https://futurobservatory.wordpress.com/2022/11/08/la-7o-extincion-o-el-nuevo-maltusianismo/

Un mundo donde se podrá “planificar” la población necesaria que debemos mantener. Lo que haría cambiar el rol de la mujer y definir un nuevo horizonte para la humanidad donde convivan seres de diferentes “manufacturas”. El post nos sitúa en ese futuro posible.

Mas allá del 2050, es difícil hacer predicciones, ya predecir a partir del 2030, plantea serias paradojas. Cambio del modelo generador de energía, producción aditiva, que se ira extendiendo desde productos de alta especialización a los mas sencillos, producirá el ansiado ahorro en stock, almacenamiento y eliminación del despilfarro producido por la producción intensiva.

La búsqueda de la felicidad aparecerá como objetivo plausible como algo alcanzable, después de haber solucionado los grandes retos que plantea la inmigración de los continentes con gran demografía a los de menos demografía. Asia y Europa, retrocede, excepto India, que lucha por extender su gran desarrollo a amplias capas de la sociedad, mientras África e Ibero-america son la reserva demográfica del mundo.

¿Que es la felicidad? Una bolsa de patatas, un concierto de tu grupo favorito, aquello que ansias, el buen sexo, tu dulce favorito, una playa perdida, la subida de una montaña, unas vacaciones solo… todo aquello donde el tiempo se detiene y no desgasta tu vida.

1Yuval Noah Harari es el autor de Sapiens.

2 Producción aditiva: Se refiere al uso de impresoras 3D